viernes, 29 de agosto de 2014

Relato de las detenciones, sus orígenes y consecuencias

Presentación ante la Secretaría de DD.HH. de la Nación en razón de la sanción de ley 26.913 de reparación histórica

Por Abel Langer

Las actividades políticas del suscripto comienzan alrededor de los años 1955/56, posteriormente al golpe militar del septiembre del ’55 dado que trabajaba en el Correo Central y fui testigo involuntario de los bombardeos de junio de 1955 a la Plaza de Mayo y sus alrededores. En ése lugar de trabajo comencé mi militancia político-sindical teniendo como compañero de las mismas a Héctor Anabitarte(*). En el año 1959, a raíz de una huelga de trabajadores postales y producto de mi posición intransigente con la dirección del sindicato (Foecyt), sufro una serie de traslados a diversas sucursales hasta que soy despedido en al año 1960. Al mismo tiempo mi militancia se desplazó, en razón del conflicto universitario conocido como “laica-libre”, a la Universidad, Facultad de Filosofía y Letras, en donde cursaba la carrera de sociología ya desde el año 1958, participando de la militancia estudiantil y como miembro del CEFYL (Centro de estudiantes) soy elegido para viajar representado al mismo, a la FUBA y a la FUA, al “Festival de la juventud” a realizarse en la ciudad de Viena en el año 1959. Posteriormente al mismo viajo a los países socialistas (Hungría, Checoslovaquia y Polonia, país este último en cuya ciudad de Poznan presido un congreso en razón de cumplirse en 20 aniversario de la invasión de la Alemania nazi a Polonia: 19/IX/1939-19/IX/1959))

El sujeto “de” la devastación y el sujeto “en” la devastación



A la memoria de Ignacio Lewkowicz


El inconciente es el basurero de la historia” Jacques Lacan

Asistimos al derrumbe de costumbres, tradiciones y lenguas que se metamorfosean en pequeñas partículas onomatopéyicas, fonemáticas, y que, a veces, ni llegan a constituirse en fonemas y quedan reducidas a sonidos casi guturales dichos sin necesidad de la presencia del prójimo y “transmitidas” a distancia: el “CQC” (caiga quién caiga) que nos adelanta y nos dice de la caída en tiempo libre de las posibilidades de discriminar y de nombrar al objeto con palabras que no se presenten solamente en su sonido gutural y discordante, propiciando la caída del objeto pulsional.