“…en el nivel de la verdad, debemos considerar el
decir a medias”
Lacan1
"En una
estación ferroviaria de Galitzia, dos judíos se encuentran en el
vagón. «¿Adónde viajas?», pregunta uno. «A Cracovia», es la
respuesta. «¡Pero mira qué mentiroso eres! -se encoleriza el
otro-. Cuando dices que viajas a Cracovia me quieres hacer creer que
viajas a Lemberg. Pero yo sé bien que realmente viajas a Cracovia.
¿Por qué mientes entonces?»"2 será de este relato escrito
por Freud desde donde podremos decir de la incertidumbre provocada
desde el Otro por el valor del significante que se hace presente
deslizándose en un juego de palabras que funcionan especularmente,
que tienen el valor de un chiste que provoca una sonrisa. La mentira,
forma como se elabora el chiste y que permite abrir nuestra pregunta
por la palabra que se despliega en el goce que produce esta verdad
escondida en el decir de una supuesta mentira que esconde una verdad
en relación al Otro del deseo: “¿porque mientes entonces?” es
la fórmula que abre la puerta para acercarse a una verdad en una
fórmula invertida al conocido:
“sacar de
mentira… verdad.”
I
La extracción de la
piedra de la verdad:
“Un hombre
internado en un manicomio, que había sido víctima del terrorismo de
Estado durante la última dictadura, dio testimonio en un juicio por
crímenes de lesa humanidad. Después, volvió al manicomio. Su
historia presenta la conjunción y, quizá, la articulación entre
los dos infiernos.”3 Así comienza el artículo de Fabiana
Rousseaux acerca de un hombre – Jesús - que fue sacado del
manicomio-cárcel–(Melchor Romero)-en donde vivió durante 18 años
y luego en la unidad penitenciaria 10 y que fuera trasladado a
declarar ante un tribunal que juzgaba a represores por juicios de
lesa humanidad y posteriormente restituido a la unidad
penal-hospicio.
Es en este caso en
donde nos podemos encontrar con una grieta que permite asomar a la
verdad que siempre será, según Lacan, un decir a medias porque el
acercamiento a ésta será en un ir al encuentro con lo real,
encuentro que, en el caso que antecede será un encuentro con lo que
de siniestro tiene confrontarse con lo real del inconciente.
Este ir al encuentro
con lo real implica cualidades diferentes con respecto al chiste: en
este encontramos que hay un juego del significante mientras del caso
que tratamos lo que dice Jesus es “la mas pura” verdad: no hay
lugar para el juego significante, “razón” por la que el loco
estará en un espacio ectópico con respecto al mundo de los que se
autodenominan neuróticos, aquellos que serán los supuestos
adaptados al mundo de la supuesta “realidad”: es decir siempre en
el terreno de las suposiciones: lugar para desarrollar acerca de la
“irrealidad” de las suposiciones y razón que nos acerca a
preguntar por lo que de verdad dicen los locos y aquellos que están
poseídos por los “estados alterados”: no es sin razón que
siempre una mentira se apropiará del sujeto que dice desde su
delirio: es que la verdad deberá estar necesariamente adscripta a la
locura porque esta segregación es lo que apacigua el horror de la
literalización de la castración: entonces, como consecuencia,
tendremos una serie: verdad, locura, castración, segregación que
desde la mentira(apropiada por el significante) se disimula y
suposición que dará, como resultado, el adagio común del falsante
enamorado: “mentíme que me gusta”: formulación que apacigua el
encuentro con lo real y permite la deriva significante: la mentira,
por deslizamiento metonímico, servirá de ropaje tal como la fórmula
que dice de la belleza como el último refugio ante el horror de la
castración. Jesús es el parresiastés, tal como lo define Michel
Foucault: alguien de un “decir veraz”, que dice lo que piensa,
que está comprometido con su verdad. Sabe, sabe? que nadie le
creerá: su verdad es no creíble en el mundo de la razón que se
sostiene desde la desestimación: (verleugnung). Dirá su verdad a
otros sin calcular los riesgos de hacerlo o, calculándolos, los
asume desde su lugar: es decir que si Jesús calcula lo hace sabiendo
que retornará a su lugar de encierro: desde ahí hablará su verdad,
es decir que no tiene nada para perder y aquí es desde donde debemos
considerar el lugar de Jesús como parresiastés: quién no tiene
nada para perder, lugar que anticipa lo siniestro de toda verdad y
razón suficiente para que ésta sea dicha “a medias”...a no ser
que sea un loco “rematado” quien la enuncia…
La mentira,
sostenida en la percepción desestimada(refusé), será solidaria con
lo que urge la civilización (“…descendemos de una larga serie de
generaciones de asesinos”:
Freud4) para seguir
haciendo lazo social porque existe un núcleo de verdad
irrepresentable en el aparato psíquico: irrepresentable impedido,
por estructura, de ser articulado simbólicamente: núcleo de la
castración fundante al que el sujeto está imposibilitado de
acceder, diferencia desde la lengua, tal como lo enuncia Freud: será
ante este límite al que el sujeto deberá toparse y al que desde
otro lugar, el loco, con sus fenómenos elementales (fenómenos de
franja, alucinaciones y delirios) nos dirá de este espacio de
horror: la sociedad, en su conjunto, encierra, separa, margina a los
locos para no escuchar lo que de insoportable encierra su decir:
decir de la locura inasimilable por el mundo de los llamados
“normales” y como respuesta de quienes comparten una “razón
social” será el encierro y el acallamiento que provee la
farmacopea, el shok eléctrico, la ablación u otros métodos que
silencian el hablar de la locura que se hace presente desde el
sujeto, el loco, es decir que la sociedad encuentra algún método
para silenciar al que provea una Verdad que hace diferencia: porque
no cualquiera se vuelve loco o se podría “volver loco” a un
sujeto: es decir que un sujeto estará inmerso en la locura desde
siempre (entidades clínicas a diferenciar entre aquél que “se
vuelve loco”, aquél que es psicótico por estructura y aquél
diagnosticado de loco por denunciar y con su decir llega hasta el
hueso de lo siniestro) a lo que debemos agregar la memoria que
acompaña al habla de la locura, porque siempre, con sus fenómenos
elementales, denunciará y estará presente la memoria que nos dice
un algo desde algún neologismo que es desde donde escuchar el núcleo
de verdad alojado en su delirio.
Será desde su misma
concepción en que un sujeto no alojado desde el deseo del Otro o
porque, desde su historia vital, no accedió a la posibilidad de
metaforizar y a tener en consideración qué sucedió en la historia
de sus constelaciones familiares para que algo no haya podido ser
tramitado por las generaciones previas sucediendo que, en algún
momento, algo desencadenara o no pudo ser per-elaborado por el
aparato psíquico de un sujeto para que se instalara en forma de
trauma y no lo pudiera tramitar: diferentes posibilidades de acceder
o no a las psicosis ó locuras.
II
Miente el
inconciente? Miente el sueño? Mienten en tanto la mentira es la vía
regia como se expresa lo real del inconciente: síntomas
El caso del que
trata el artículo citado es el de un sujeto que sufrió torturas y
vejámenes y vio torturar y asesinar a otras personas, esto puede ser
tomado como causa de desencadenamiento pero lo que llama a la
reflexión es que este sujeto se volvió literalmente loco, vivió
exiliado y al volver cometió delito que lo llevó a la
cárcel-hospicio-encierro y a la necesidad de la sociedad de
invisibilizarlo, de segregarlo hasta que la misma justicia, que lo
segrega por loco, lo llama a declarar y su testimonio es tenido en
cuenta: el loco que por ser loco dice una verdad (La Verdad) y sirve
para incriminar a quienes cometieron delito pero luego no será
restituido a la “sociedad civil” sino nuevamente encerrado por
loco: aparente paradoja que alumbra un acercamiento a aquél que por
ser loco es tramitado para decir la verdad y luego, precisamente por
decirla, es encerrado nuevamente…por loco, que hace que nos
preguntemos si ésta en boca de un loco no es Verdad en demasía, que
al no estar recubierta por el significante, impide que pueda circular
socialmente: es decir proceso de renegación de la verdad y
demostración que ésta debe ser “encerrada”, que no trascienda
los muros: como dice el dicho “los niños y los locos son los
únicos que no mienten” y que para que a ésta se pueda acceder
deberá ser desmontada haciendo el recorrido que realiza Freud al
desmontar el “Moisés de Miguel Ángel” y “Moisés y la
religión monoteísta” trabajando con lo rechazado a la
percepción(refusé) y con la renegación de los datos históricos
III
"A veces mentir
es la forma como el sujeto enuncia la verdad de su deseo, porque no
hay otra manera de enunciarlo que por la mentira"5
Podemos observar
cómo la hipocresía es de lo que se vale la sociedad para encerrar a
quienes dicen sin represión y que es esta escisión lo que permite a
los “normales” poder circular por el mundo de los “capaces” y
no ser nominados legalmente “incapaces” y, como consecuencia, no
ser sujetos de derecho tal como lo exigía Althuser para ser juzgado
como cualquier ciudadano en ocasión del asesinato de su mujer, como
autodenuncia en su biografía6
Lacan no se dedica a
salvar a la verdad sino a defender lo real, incluso lo real del
inconsciente "del que sólo estamos seguros cuando carece de
todo sentido" escribirá en el prefacio a la edición inglesa de
“Otros escritos”: es el inconciente que carece de todo “sentido”:
que es lo que dice un loco sino “palabras sin sentido”?: causa
suficiente para “diagnosticar” locura.
Es así como podemos
inferir que a diferencia del no loco, aquél dice literalmente, es
decir que literaliza el mundo de la realidad quedando ésta en letra
y estando imposibilitado que su letra entre al mundo de la
circulación vía metáfora, metonimia y demás tropos de la lengua.
Apuesta de Lacan por lo real del inconciente es que será desde la
restitución psicótica desde donde podemos asomarnos a descubrir
este real
IV
“La realidad mejora por escrito”
Juan Villoro7
El escritor mexicano escribirá que la oscuridad de lo real promueve
la imperiosa necesidad de imaginarizar un mundo menos cruel y una
oportunidad de que la esperanza derrote a la experiencia de lo real
por lo que lo escrito hará mas vivible la realidad que transforma a
aquél que lee: doble proceso de escritura y lectura en donde el
encuentro con la realidad, decantación del encuentro del sujeto con
lo real del inconciente, sufre un aplacamiento que la escritura
mejora y la lectura se apoderará del escrito para transformarlo y
transformar al sujeto que lee, sujeto que, para poder vehiculizar
esta transformación deberá dar un salto cualitativo: de ser
receptor pasivo a la actividad creadora al transformar lo leído en
deseos, pensamientos, fantasías, ensueños, sueños recordados y
actos que dejarán de ser inocuos: es decir que la lectura producirá,
en aquél que la recepte, un efecto preformativo: axioma de un doble
proceso de realidad que mejora por escrito y lectura que transforma
al sujeto interpelando la realidad y transformando en vida la agonía
de quien vive atribulado por el inconciente que acucia.
La mentira: forma
como se expresa la metáfora de la civilización como condición de
atenuación del horror y de aplacar la angustia de quienes viven en
un mundo en donde reinan la renegación y la perversión, tranquiliza
a quienes participan de ella y, que aquellos que sufren del “delito
de verdad”: la parresía, no angustie a quienes la reciban y el
parresiastés, aquel que se denomina Jesús en el hecho de
referencia, vuelva a su lugar, no incomode y no angustie con sus
denuncias: entonces podremos hablar de lazo social dado que éste se
puede sostener sobre un trasfondo de mentira que, cual arte de
prestidigitador, se oculta a sí misma, vía significante y decir
que, para que la parresia no tenga soporte físico se deberá
encerrar a quienes la ejerzan: mentira-deslizamiento metonímico y
ocultamiento de la verdad para que la vida se soporte: el sueño será
una forma de velar la castración, es decir el encuentro del sujeto
con su imposibilidad: lo que desvela es lo real del inconciente.
Decir que “la
locura es la mas fiel compañera del hombre” como nos lo recuerda
Lacan y es desde este lugar desde donde podemos decir que es desde
donde Erasmo hace su “Elogio de la locura” al poner en
descubierto la sinrazón del mundo de la razón
1 J.
Lacan Sem 23: “El sinthome”, pag.23. Ed. Paidós. Bs.As.,
Barcelona, México. 2001
2 S.
Freud:
“El chiste y su relación con el inconciente”. Santiago Rueda
editor, t. II
3 “Coraje
de la verdad”, Página/12, sección Psicología, 3 de enero de 2011
4 S.
Freud: “El
porqué de la guerra”.
Editorial S. Rueda. 1948
5 Lacan
J. El
acto psicoanalítico,
21 de febrero de 1968. Inédito
6 L.
Althusser: “El
porvenir es largo”.Editorial
Destino 1994.
7 Villoro,
Juan: entrevista en periódico Mexicanísimo,
N° 84, Abril 2015- www.Google
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