lunes, 6 de febrero de 2017

La mentira, la verdad y el parresiastés

“…en el nivel de la verdad, debemos considerar el decir a medias”
Lacan1

Publicado en Imago Agenda 198, Septiembre 2016







"En una estación ferroviaria de Galitzia, dos judíos se encuentran en el vagón. «¿Adónde viajas?», pregunta uno. «A Cracovia», es la respuesta. «¡Pero mira qué mentiroso eres! -se encoleriza el otro-. Cuando dices que viajas a Cracovia me quieres hacer creer que viajas a Lemberg. Pero yo sé bien que realmente viajas a Cracovia. ¿Por qué mientes entonces?»"2 será de este relato escrito por Freud desde donde podremos decir de la incertidumbre provocada desde el Otro por el valor del significante que se hace presente deslizándose en un juego de palabras que funcionan especularmente, que tienen el valor de un chiste que provoca una sonrisa. La mentira, forma como se elabora el chiste y que permite abrir nuestra pregunta por la palabra que se despliega en el goce que produce esta verdad escondida en el decir de una supuesta mentira que esconde una verdad en relación al Otro del deseo: “¿porque mientes entonces?” es la fórmula que abre la puerta para acercarse a una verdad en una fórmula invertida al conocido:
“sacar de mentira… verdad.”

I
La extracción de la piedra de la verdad:

“Un hombre internado en un manicomio, que había sido víctima del terrorismo de Estado durante la última dictadura, dio testimonio en un juicio por crímenes de lesa humanidad. Después, volvió al manicomio. Su historia presenta la conjunción y, quizá, la articulación entre los dos infiernos.”3 Así comienza el artículo de Fabiana Rousseaux acerca de un hombre – Jesús - que fue sacado del manicomio-cárcel–(Melchor Romero)-en donde vivió durante 18 años y luego en la unidad penitenciaria 10 y que fuera trasladado a declarar ante un tribunal que juzgaba a represores por juicios de lesa humanidad y posteriormente restituido a la unidad penal-hospicio.

Es en este caso en donde nos podemos encontrar con una grieta que permite asomar a la verdad que siempre será, según Lacan, un decir a medias porque el acercamiento a ésta será en un ir al encuentro con lo real, encuentro que, en el caso que antecede será un encuentro con lo que de siniestro tiene confrontarse con lo real del inconciente.

Este ir al encuentro con lo real implica cualidades diferentes con respecto al chiste: en este encontramos que hay un juego del significante mientras del caso que tratamos lo que dice Jesus es “la mas pura” verdad: no hay lugar para el juego significante, “razón” por la que el loco estará en un espacio ectópico con respecto al mundo de los que se autodenominan neuróticos, aquellos que serán los supuestos adaptados al mundo de la supuesta “realidad”: es decir siempre en el terreno de las suposiciones: lugar para desarrollar acerca de la “irrealidad” de las suposiciones y razón que nos acerca a preguntar por lo que de verdad dicen los locos y aquellos que están poseídos por los “estados alterados”: no es sin razón que siempre una mentira se apropiará del sujeto que dice desde su delirio: es que la verdad deberá estar necesariamente adscripta a la locura porque esta segregación es lo que apacigua el horror de la literalización de la castración: entonces, como consecuencia, tendremos una serie: verdad, locura, castración, segregación que desde la mentira(apropiada por el significante) se disimula y suposición que dará, como resultado, el adagio común del falsante enamorado: “mentíme que me gusta”: formulación que apacigua el encuentro con lo real y permite la deriva significante: la mentira, por deslizamiento metonímico, servirá de ropaje tal como la fórmula que dice de la belleza como el último refugio ante el horror de la castración. Jesús es el parresiastés, tal como lo define Michel Foucault: alguien de un “decir veraz”, que dice lo que piensa, que está comprometido con su verdad. Sabe, sabe? que nadie le creerá: su verdad es no creíble en el mundo de la razón que se sostiene desde la desestimación: (verleugnung). Dirá su verdad a otros sin calcular los riesgos de hacerlo o, calculándolos, los asume desde su lugar: es decir que si Jesús calcula lo hace sabiendo que retornará a su lugar de encierro: desde ahí hablará su verdad, es decir que no tiene nada para perder y aquí es desde donde debemos considerar el lugar de Jesús como parresiastés: quién no tiene nada para perder, lugar que anticipa lo siniestro de toda verdad y razón suficiente para que ésta sea dicha “a medias”...a no ser que sea un loco “rematado” quien la enuncia…

La mentira, sostenida en la percepción desestimada(refusé), será solidaria con lo que urge la civilización (“…descendemos de una larga serie de generaciones de asesinos”:
Freud4) para seguir haciendo lazo social porque existe un núcleo de verdad irrepresentable en el aparato psíquico: irrepresentable impedido, por estructura, de ser articulado simbólicamente: núcleo de la castración fundante al que el sujeto está imposibilitado de acceder, diferencia desde la lengua, tal como lo enuncia Freud: será ante este límite al que el sujeto deberá toparse y al que desde otro lugar, el loco, con sus fenómenos elementales (fenómenos de franja, alucinaciones y delirios) nos dirá de este espacio de horror: la sociedad, en su conjunto, encierra, separa, margina a los locos para no escuchar lo que de insoportable encierra su decir: decir de la locura inasimilable por el mundo de los llamados “normales” y como respuesta de quienes comparten una “razón social” será el encierro y el acallamiento que provee la farmacopea, el shok eléctrico, la ablación u otros métodos que silencian el hablar de la locura que se hace presente desde el sujeto, el loco, es decir que la sociedad encuentra algún método para silenciar al que provea una Verdad que hace diferencia: porque no cualquiera se vuelve loco o se podría “volver loco” a un sujeto: es decir que un sujeto estará inmerso en la locura desde siempre (entidades clínicas a diferenciar entre aquél que “se vuelve loco”, aquél que es psicótico por estructura y aquél diagnosticado de loco por denunciar y con su decir llega hasta el hueso de lo siniestro) a lo que debemos agregar la memoria que acompaña al habla de la locura, porque siempre, con sus fenómenos elementales, denunciará y estará presente la memoria que nos dice un algo desde algún neologismo que es desde donde escuchar el núcleo de verdad alojado en su delirio.

Será desde su misma concepción en que un sujeto no alojado desde el deseo del Otro o porque, desde su historia vital, no accedió a la posibilidad de metaforizar y a tener en consideración qué sucedió en la historia de sus constelaciones familiares para que algo no haya podido ser tramitado por las generaciones previas sucediendo que, en algún momento, algo desencadenara o no pudo ser per-elaborado por el aparato psíquico de un sujeto para que se instalara en forma de trauma y no lo pudiera tramitar: diferentes posibilidades de acceder o no a las psicosis ó locuras.

II

Miente el inconciente? Miente el sueño? Mienten en tanto la mentira es la vía regia como se expresa lo real del inconciente: síntomas

El caso del que trata el artículo citado es el de un sujeto que sufrió torturas y vejámenes y vio torturar y asesinar a otras personas, esto puede ser tomado como causa de desencadenamiento pero lo que llama a la reflexión es que este sujeto se volvió literalmente loco, vivió exiliado y al volver cometió delito que lo llevó a la cárcel-hospicio-encierro y a la necesidad de la sociedad de invisibilizarlo, de segregarlo hasta que la misma justicia, que lo segrega por loco, lo llama a declarar y su testimonio es tenido en cuenta: el loco que por ser loco dice una verdad (La Verdad) y sirve para incriminar a quienes cometieron delito pero luego no será restituido a la “sociedad civil” sino nuevamente encerrado por loco: aparente paradoja que alumbra un acercamiento a aquél que por ser loco es tramitado para decir la verdad y luego, precisamente por decirla, es encerrado nuevamente…por loco, que hace que nos preguntemos si ésta en boca de un loco no es Verdad en demasía, que al no estar recubierta por el significante, impide que pueda circular socialmente: es decir proceso de renegación de la verdad y demostración que ésta debe ser “encerrada”, que no trascienda los muros: como dice el dicho “los niños y los locos son los únicos que no mienten” y que para que a ésta se pueda acceder deberá ser desmontada haciendo el recorrido que realiza Freud al desmontar el “Moisés de Miguel Ángel” y “Moisés y la religión monoteísta” trabajando con lo rechazado a la percepción(refusé) y con la renegación de los datos históricos

III

"A veces mentir es la forma como el sujeto enuncia la verdad de su deseo, porque no hay otra manera de enunciarlo que por la mentira"5 

Podemos observar cómo la hipocresía es de lo que se vale la sociedad para encerrar a quienes dicen sin represión y que es esta escisión lo que permite a los “normales” poder circular por el mundo de los “capaces” y no ser nominados legalmente “incapaces” y, como consecuencia, no ser sujetos de derecho tal como lo exigía Althuser para ser juzgado como cualquier ciudadano en ocasión del asesinato de su mujer, como autodenuncia en su biografía6

Lacan no se dedica a salvar a la verdad sino a defender lo real, incluso lo real del inconsciente "del que sólo estamos seguros cuando carece de todo sentido" escribirá en el prefacio a la edición inglesa de “Otros escritos”: es el inconciente que carece de todo “sentido”: que es lo que dice un loco sino “palabras sin sentido”?: causa suficiente para “diagnosticar” locura.

Es así como podemos inferir que a diferencia del no loco, aquél dice literalmente, es decir que literaliza el mundo de la realidad quedando ésta en letra y estando imposibilitado que su letra entre al mundo de la circulación vía metáfora, metonimia y demás tropos de la lengua. Apuesta de Lacan por lo real del inconciente es que será desde la restitución psicótica desde donde podemos asomarnos a descubrir este real

IV

“La realidad mejora por escrito”
Juan Villoro7

El escritor mexicano escribirá que la oscuridad de lo real promueve la imperiosa necesidad de imaginarizar un mundo menos cruel y una oportunidad de que la esperanza derrote a la experiencia de lo real por lo que lo escrito hará mas vivible la realidad que transforma a aquél que lee: doble proceso de escritura y lectura en donde el encuentro con la realidad, decantación del encuentro del sujeto con lo real del inconciente, sufre un aplacamiento que la escritura mejora y la lectura se apoderará del escrito para transformarlo y transformar al sujeto que lee, sujeto que, para poder vehiculizar esta transformación deberá dar un salto cualitativo: de ser receptor pasivo a la actividad creadora al transformar lo leído en deseos, pensamientos, fantasías, ensueños, sueños recordados y actos que dejarán de ser inocuos: es decir que la lectura producirá, en aquél que la recepte, un efecto preformativo: axioma de un doble proceso de realidad que mejora por escrito y lectura que transforma al sujeto interpelando la realidad y transformando en vida la agonía de quien vive atribulado por el inconciente que acucia.

La mentira: forma como se expresa la metáfora de la civilización como condición de atenuación del horror y de aplacar la angustia de quienes viven en un mundo en donde reinan la renegación y la perversión, tranquiliza a quienes participan de ella y, que aquellos que sufren del “delito de verdad”: la parresía, no angustie a quienes la reciban y el parresiastés, aquel que se denomina Jesús en el hecho de referencia, vuelva a su lugar, no incomode y no angustie con sus denuncias: entonces podremos hablar de lazo social dado que éste se puede sostener sobre un trasfondo de mentira que, cual arte de prestidigitador, se oculta a sí misma, vía significante y decir que, para que la parresia no tenga soporte físico se deberá encerrar a quienes la ejerzan: mentira-deslizamiento metonímico y ocultamiento de la verdad para que la vida se soporte: el sueño será una forma de velar la castración, es decir el encuentro del sujeto con su imposibilidad: lo que desvela es lo real del inconciente.

Decir que “la locura es la mas fiel compañera del hombre” como nos lo recuerda Lacan y es desde este lugar desde donde podemos decir que es desde donde Erasmo hace su “Elogio de la locura” al poner en descubierto la sinrazón del mundo de la razón


J. Lacan Sem 23: “El sinthome”, pag.23. Ed. Paidós. Bs.As., Barcelona, México. 2001
S. Freud: “El chiste y su relación con el inconciente”. Santiago Rueda editor, t. II
Coraje de la verdad”, Página/12, sección Psicología, 3 de enero de 2011
S. Freud: “El porqué de la guerra”. Editorial S. Rueda. 1948
Lacan J. El acto psicoanalítico, 21 de febrero de 1968. Inédito
L. Althusser: “El porvenir es largo”.Editorial Destino 1994.
Villoro, Juan: entrevista en periódico Mexicanísimo, N° 84, Abril 2015- www.Google

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